El piano
No una pared naranja
pero una blanca llana
No una maceta con florespero un cuadro con ellas pintadas
No luz de velas alumbrando
pero el reflejo de luces parpadeantes
No madera negra
pero café
No banco trípode
pero silla desgastada
Sí los puntos negros con faldas bailantes
en las pentalíneas sobre sábanas blancas
abiertas dispuestas
Y las manos deformes
y el cuerpo de frente cóncavo
y la mirada imaginada en trance
y el perro café de ojos amor
No tú, Pablo
pero yo en esa esquina
donde la música espera
a abrir la puerta
a un mundo
que me devorará
Comentarios