Topoficción 1

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete…

¿Qué es lo que cuentas?

Contar es enumerar, pero también es decir algo. En la ciudad, si volteas al cielo verás cables, y con algo de suerte ellos te pueden contar algo. La electricidad tiene sonido que es el resultado de la vibración de campos magnéticos dispersos. Mientras más cables, más fuerte el zumbido que cuenta el paso de la electricidad de un punto a otro. Pero estos cables cuentan más.

Alguien, en algún punto del tiempo que se fue, estuvo paradx aquí mismo, donde estoy, y lanzó un rastro suyo al cielo: el rastro de sus pasos.

En una ciudad miles de rastros se pierden en el asfalto, miles de pasos jamás existieron. Pero alguien intuyó que sus huellas quedarían por más tiempo en esos cables, que ahora, además de susurrarnos el trayecto que termina siendo nuestra luz , nos cuentan de alguien que quiso caminar sobre el cielo y encontró la forma de hacerlo. Ahora esos pasos están iluminados.

¿Qué hay bajo mis pasos? 

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