Desenfocar

 "la tarde está increíble y quiero embellecerte más" (Especie, G. Cerati)

[Lunes 230120231709]

Llegué temprano, casi una hora y media antes de la cita, y fue a propósito. Antes de pasar al café me senté en los descansos que hay frente a él, leí un poco, escuché música, observé a la gente. En Tijuana, los mejores cielos son los de invierno, la mejor luz, el mejor clima: buena época para renacer. Pensaba en los lugares de poder y el gozo del presente, entre el shivaismo y el castanedismo se me cruzaron los cables. Playas de Tijuana,  en general no me gusta, siempre  hay mucha gente, mucho ruido, y mucho movimiento, pero este rincón, en el extremo sur del corredor turístico sobre la playa, es especial: la gente, el movimiento, el ruido parecen tener allí su ojo de huracán. Calmo. Mientras esperaba mi té, observé: una señora con su perro, un hombre recargado en el poste, ambos solos: soledad acompañada. En algún punto interactuaron, y el mundo pareció cambiar de chip. Después, cada unx regresó a sus fueros internos. Mientras les veía, sin escuchar, pensé que quería guardar ese preciso instante en mi memoria, en mi alma. Tomé la foto. Seguí observando a lxs observadorxs, y durante esos segundos mis elucubraciones cesaron. Todxs tenemos una soledad que requiere ser escuchada. Ustedes dirán que me la paso en playas, y... sí, el mar es un buen lugar para estar a solas y escucharnxs en silencio.

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