Tacos varios

 

Cada ciudad tiene su especialidad de tacos de guisado que se comen a ras de banqueta. En la CdMx son los tacos de canasta (truchas, porque esos son solo para estómagos nativos), en Aguascalientes los tacos de colores (los colores son por los guisados) y en Tijuana los tacos varios. Una variedad bastante amplia de guisados a base de carne, mayoritariamente, se mantienen calientes y protegidos en ollas de aluminio cuyas tapas suenan sin cesar desde que llegué hasta que me fui. Tres sujetos atienden y no paran nunca de hacer lo suyo: mientras uno sirve los tacos, otro cobra y sirve aguas o sodas (refrescos), y otro llena bolsitas de plástico con las distintas salsas y guarniciones. "Me da uno de chile relleno y uno de huevo cocido, por favor", le digo al que arma los tacos. "¿Con frijoles y arroz?", pregunta. "Sí", respondo. Levanta una tapa, saca dos tortillas que dispone una sobre otra, regresa la tapa a su lugar, abre otra olla,  con la cuchara saca un poco de frijoles y los unta sobre la tortilla de arriba, cierra la olla, abre otra olla, toma arroz rojo y lo pone sobre los frijoles, tapa la olla, abre otra y saca un chile relleno, le quita la colita, tapa la olla, pone el taco armado sobre un plato de plástico  envuelto en una bolsa también plástico que le pasó quién cobra, y lo envuelve por un lado con papel. La operación se repite para el taco de vuevito cocido. Me entrega mis dos tacos con copia. Pregunto si las salsas pican, me dicen que todas pican menos la roja: es mentira, pica un chingo. Se come rápido, no sé si por el hambre que me cargaba, por el ritmo de las ollas abriéndose y cerrándose , por el movimiento de autos y personas típico del centro, o por todo junto. Mientras comía el segundo taco me dio sed, pensé pedir una soda, pero preferí algo más "natural": un vaso de agua de azúcar con un toque de naranja (truchas, eso es en verdad agua de azúcar). Me chingué los dos tacos y seguía con hambre. Pedí el tercero (chinchin, a'i de enclenque como me ven, soy tragona), de chilito también porque no hay mucha opción para lxs no carnívorxs. Terminé el tercero y quedé chida, así 'ira, a guuusto, hasta suspiré. El agua tenía refill, pensé en exigir mi derecho al segundo vaso "gratis" pero temí un coma diabético a mitad de la calle 5a del centro. Mejor solo pedí la cuenta siendo inmensamente feliz porque barriga llena ... Hoy comí con 112 pesos en el centro de Tijuana.

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