La maravilla

La maravilla de tus manos buscando siempre las mías, de tu cabeza recostada en mis piernas, de tus ojos (esos enormes y hermosos ojos) mirándome fíjamente todo el tiempo, de tu cuerpo delgado y largo abrazando el mío. 

La maravilla de tu existencia ahora, con su larga historia, abrazando a la mía con tanta ternura. La maravilla de tu voz que siempre me busca para crear mundos y recrear los andados.

La maravilla, al fin, de sentir este amor tan calmo y sin prisas, que no exige pero anhela futuro, y de poder amarte y dejarte amarme. La maravilla de, por primera vez, aprender a amar y que sea a tu lado. 

La maravilla de ti, la maravilla de nosotros:  un milagro.

Comentarios