Confiar

Este fin de semana Cacahuate dio su paseo matinal sin correa. Toda la vuelta completa caminó con libertad, a donde quiso, cuando quiso. Y hoy corrió conmigo también  sin correa. Se detuvo a ratos a oler, marcar, socializar con los nuevos amigos perros, mientras yo trotaba. Después escuchaba que se acercaba corriendo gracias al sonido de su placa. Estaba contento, mucho. Yo también, hacía mucho que no disfrutaba tanto la caminata con él. No fue fácil, me da miedo, un terrible miedo, que se me pierda o que un auto pase rápido y lo lastime. Pero es hermoso cuando él puede ser totalmente perro, y yo amo verlo feliz. Soy el ser más feliz cuando toda su perronalidad puede explayarse.
Cuesta trabajo dejar tanto miedo atrás, dejar de pensar en las mil desgracias que pueden pasar. Me cuesta mucho aún. Pero me siento muy cansada de vivir con tanto temor, tan preocupada siempre, intentado controlar todo. 
Así que, estoy aprendiendo a confiar, empezando por confiar en mí peludo. 

Comentarios