Distancia y silencio

El tiempo no cura heridas. En todo caso, cicatriza

Y aún así, tampoco es el tiempo el que logra esto. Es la distancia y el silencio quienes lo permiten. Quizá sea una mezcla de la distancia, el silencio y el tiempo.

Hoy me topé con unas fotos de él mientras revisaba los álbumes del celular para identificar lo que iba a borrar para hacer espacio. No le reconocí. La primera sensación fue la que se tiene cuando ves una foto de tu infancia y no identifica a quienes están en ella: ¿quién es esta persona?, ¿por qué está aquí?, ¿qué relación tenía conmigo? Después la sensación fue otra, la normal: nostalgia y tristeza, pero estas son sensaciones que entiendo por qué se dan. 

Lo que me sorprendió fue que la sensación de desconocimiento me hizo preguntarme por qué estaba sintiendo eso y vinieron a mi mente la distancia y el silencio, porque no ha pasado tanto tiempo como para que el desconocimiento de él se presentara, pero sí ha habido mucha más distancia y silencio entre ambos. 

El tiempo juega su papel en otros aspectos y momentos del proceso de sanación, como en la reorganización o reacomodamiento de las cosas y situaciones tras un momento crítico. 

O quizá, como dije, todos juegan su papel de forma sincronizada pero en distintas caras de las distintas etapas por las que pasa una.