Pistas para mi

Hace una semana, mientras hacia mi rutina de yoga matutina, me vino una imagen-recuerdo a la mente:
       Yo adolescente,  sentada en el comedor después de haber desayunado con mis papás y mi hermana. Luego de una larga sobremesa  todos se levantaron menos yo. Estando allí sentada, mi papá se acerca y me dice: "tienes que aprender a vivir con tus fantasmas". 
     No tengo idea si algo platiqué yo sobre cómo me sentía, o si él notó algo. Pero lo dijo y sé que en ese momento me impactó mucho. Había olvidado el momento y la sensación que me produjo: miedo. Recuerdo haberme quedado con esa sentencia mucho tiempo, rondando mi mente, recordándome que eso era parte de mi y que debía aprender a vivir con ello. El miedo intenso de saber que eso que sentía jamás se iría, eso que hizo a mi papá decirme tal cosa era parte de mi estaría siempre conmigo. 
     Se que sucedió cuando era adolescente porque en esa época empecé a pensar y sentir con mucha fuerza y claridad cosas que me han atormentado por mucho tiempo. 
     Había olvidado todo eso muchos años, hasta que la meditación al final de las asanas me trajo el recuerdo intensificado. 
     Hace tres meses, una noche en qué simplemente no podía parar de llorar, me di cuenta que me he sentido así, entre triste y desconectada, desde hace mucho tiempo, y cuando me puse a indagar no pude ver desde cuándo pero sentí que era de mucho mucho tiempo atrás. Esa noche, entre el llanto, pregunté en voz alta: ¿desde cuándo estoy así? 
     La desesperación, el miedo, la angustia me han hecho intentar todo lo que esté a mi alcance para poder empezar a entender lo que me pasa, y qué puedo hacer para estar bien. Terapia psicológica, lecturas de filosofía y psicología de distintos enfoques, tanatología, ejercicio, yoga, escritura, y sobre todo mucho silencio y pausa a los estímulos y distractores externos. Es probable que la mezcla de todo me esté ayudando a estar lo suficientemente atenta a mis recuerdos o a las pistas que me he dejado desde hace tanto tiempo. 
     Una de éstas es un libro que encontré mientras organziaba mi biblioteca. Un libro tipo folleto que compré aproximadamente entre los 16 y 18 años, el cual contiene algún discurso o el fragmento de algún libro más grande de Gandhi, que se titula "El camino a la paz". Cuando leí ese título recordé desde cuando me he sentido así, además de triste y desconectada muy inquieta internamente, sin encontrar mi lugar, incluso en guerra conmigo misma. Recuerdo muy bien por qué compré ese libro: vi la palabra paz, después vi que era de Gandhi, y tuve la esperanza de que allí estuviera la receta para poder lograr un poco de calma interior. No había ni tal receta y, por lo tanto, la calma no llegó. 
     Y luego, simplemente olvidé lo conectada que estuve un tiempo con mis necesidades internas. Pero justo hoy, en Facebook me aparece como un recuerdo de 2010 esta publicación mía: 
     "en situaciones como estas es cuando me doy cuenta que la ùnica lucha que jamás ganaré es la que entablo conmigo misma. hay una voz interna que siempre me dice que estoy mal... y la yo externa es una pendeja que le hace caso a aquella otra.esquizofrenia total pero controlada"
     Hoy, que he logrado un poco de calma, puedo identificar poco a poco este rastro que he ido dejando, a veces lo que recuerdo o percibo es difuso o inconexo, pero se va aclarando hasta que una mañana al hacer ejercicio, o una noche al meditar, o una tarde después de leer o escribir se termina de completar una parte más de ese rastro y ya no lo pierdo, se queda en mi memoria para conectarse después con otra parte. 
    Un alivio me recorre cuando esto sucede, también siento miedo, pero éste ya es ligeramente menor, cada vez es una milímetro menor.